Los hábitos son útiles en lo que respecta a no tener que concentrarnos en tareas que repetimos una y otra vez.
Pero los hábitos también tienen su lado oscuro. Pueden sofocar su creatividad, impedirlo de aprovechar las nuevas oportunidades, y malgastar mucho tiempo y dinero. Un mal habito, es el del fumador.
Aquí el secreto es aprender a controlar nuestros hábitos, dejando atrás los que nos resultan perjudiciales y tomando enserio, aquellos que nos ayudan.
La mayoría de los gran logros requieren esfuerzos, durante un largo período de tiempo. Contraer los hábitos correctos cuidará nuestros "Esfuerzos”.
Es tonto decir que sus hábitos lo controlan, eso seria estar admitiendo la derrota. Contraer un buen hábito es trabajo difícil. Cualquier padre sabe cuánto esfuerzo y paciencia toma enseñarle a su hijo a que limpie su habitación. No es fácil. Requiere determinación.
Póngase a pensar la próxima vez que conduzca su auto. Usted se coloca el cinturón de seguridad. Ya es un reflejo, no es que lo piense, lo hace normalmente. Es un habito. Fíjese, como algo tan pequeño, un habito tan normal y que le lleva muy poco tiempo, puede salvarle la vida. Ahora pregúntese: ¿qué otros hábitos puedo contraer que permitirán que yo, automáticamente, me dirija hacia mis objetivos constantemente?
No existe la formula mágica para “hacernos ricos de la noche a la mañana”, esas son mentiras, sus sueños no se pueden cumplir si usted no hace nada.
Para la mayoría de las personas prósperas, el logro viene un día a la vez, poco a poco, día tras día, mes tras mes, año tras año. Ése es el camino garantizado para el éxito. Es el resultado de tomar la decisión de abandonar los hábitos perjudiciales y reemplazarlos con los hábitos del éxito y el logro.