Un tema de nuestra vida diaria es la “CULPA”. Esta significa una discordancia con algún sistema de valores personal o social.  Es necesario hacer una distinción al respecto. 

Si la vemos desde una perspectiva positiva, podemos encontrar cosas interesantes:

* Puede significar una señal de que debemos examinar nuestra conducta.

* Nos da la oportunidad de aprender de nuestros errores, para no volver a cometerlos.

* Nos hace mas responsables… etc… etc…

 

Pero que sucede cuando la culpa, se vuelve en algo malo, negativo, neurótico? Es aquí donde comienzan los problemas, es aquí donde nos encontramos muchos como sociedad que busca la “dominación” por medio de la culpa.

La culpa dentro de nosotros, cuando es toxica, es la consecuencia de un sistema rígido de valores. Terminamos polarizando todo en bueno o malo, sin termino medios… De esta manera, nos transformamos en jueces implacables de nuestra vida y de la vida de los demás. Llegados a este punto, nos terminamos creyendo responsables de la vida de los demás y esto nos lleva a vivir sufriendo por lo que no puede ser o hacer por ellos (esto también perjudica al otro, porque la otra persona no se responsabiliza a si misma de su vida).

¿Cual es el resultado? Vivimos atados al pasado, a las culpa que arrastramos desde “siempre”. Terminamos educando a nuestros hijos con la misma “visión de culpa” y seguimos juzgando a quienes nos rodean bajo el mismo foco.

¿Que podemos hacer? En primer lugar, es muy importante darse cuenta de la situación, de lo rigurosos, negativos, perfeccionistas o exigentes (o todos juntos) que somos. Debemos entender, que una forma de aprender es a base de prueba y error.

Tengamos en cuenta que hacemos todo lo posible (siempre hablando de gente honrada y responsable), todo lo que esta a nuestro alcance. No es justo ni beneficioso para nadie, pasarse la vida entera castigándose por los errores cometidos. ¿No seria mas productivo, ocupar ese tiempo en no cometer mas ese error y mejorar nuestras vidas y tal vez ayudar a que otros mejoren las suyas?, ¿No es esto mas productivo y beneficioso?

Cuando la culpa ya nos a “atacado”, seria bueno parar, analizar nuestras actitudes y acciones, que llevaron a este sentimiento. De esta manera, podemos ver donde estuvo nuestra equivocación. A partir de allí, aprender de nuestros errores y encontrar nuevas conductas que nos ayuden a mejorar.

En el fondo, la culpa es una forma velada de control y castigo. 

 

Cuando nos damos cuenta, que nosotros somos los responsables de nuestras vidas y los creadores de lo que deseamos, el sentir culpa ya no es necesario. Si fracasamos, aprenderemos del errores y esto nos ayudara a ser mejores. Si le hemos faltado el respeto a otro o le hemos ocasionado un daño, pensaremos en la situación y pediremos disculpas (siempre hablamos de la culpa, desde el ángulo que una persona buena, sin malas intensiones.) desde el corazón y buscaremos no cometer mas ese error.